
En esta época de celebraciones para nuestra revista, no nos hemos podido resistir a la seducción de las listas, esas mismas por las que Umberto Eco parecía profesar una gran devoción y sobre las que se permite explayarse en Confesiones de un joven novelista, obra en la que disecciona la estructura de este recurso y reflexiona sobre la tradición centenaria de su uso en la literatura. En Túnel de letras, al mejor estilo del autor piamontés, hemos decidido proponer nuestra muy particular selección de novelas imprescindibles del siglo XX.
Como sucede con la mayoría de las listas, la nuestra resulta arbitraria y limitada, por lo que huelga decir que no pretende ser abarcadora, exhaustiva ni definitiva. Lejos de usurpar la facultad de establecer un canon literario del siglo pasado, este especial se erige como un modesto homenaje a las obras y autores incluidos, que como finalidad última no tiene otra que la de reanimar el fuego de la pasión por la lectura de estos nuevos clásicos.
A pesar de lo inicua que pueda resultar esta selección, su construcción fue participativa e incluyente, alimentada con las preferencias de nuestros lectores y colaboradores a lo largo de Latinoamérica y España. De diversos lugares y profesiones provienen también los autores de las reseñas, entre los que se encuentran escritores, periodistas, filósofos, abogados, ingenieros, psicólogos, artistas plásticos, fotógrafos, investigadores y estudiantes universitarios, que acogieron gustosos la invitación de esta casa y que con ella comparten el amor por la literatura.
Aunque los criterios de selección fueron tan variados como las personas participantes, existieron algunas limitaciones apenas naturales, tal es el caso de la temporalidad y el género, pues cabe aclarar que el listado que presentamos a continuación se limita a narraciones clasificables como novelas, publicadas durante el siglo XX. Otro de los parámetros está demarcado por la voluntad de no incluir más de una obra de cada autor y, por último, el más desafiante de los condicionantes está relacionado con el número, y en este punto hemos de ser enfáticos en destacar lo difícil que resulta escoger solo veinte títulos en un periodo tan prolífico. No eludimos la polémica que puede generarse por la exclusión de nombres admirados por los integrantes de esta revista como Ernest Hemingway, Albert Camus o el ya mencionado Umberto Eco, así como otros referentes del siglo, como Gabriel García Márquez, Alice Munro, William Somerset Maugham o Isabel Allende, lo que no debe interpretarse en modo alguno, como un desaire a estos autores, sobre los que poco queda ya por decir y que tienen bien ganado su lugar en el Olimpo de la literatura universal contemporánea. Por el contrario, esta tendencia deja abierta una puerta para nuevas ediciones de esta selección en un futuro cercano.
Imperdible resulta la muestra de escritoras propuesta, entre las que sobresalen Virginia Woolf, Harper Lee, J. K. Rowling o Françoise Sagan, mientras que llama la atención, sobre el resultado de este ejercicio, la prevalencia de autores estadounidenses como William Faulkner, Truman Capote, J.D. Salinger o John Steinbeck, solo por mencionar algunos. Por su parte, Mario Vargas Llosa es el único referente latinoamericano que se incluye, al tiempo que brillan por su ausencia representantes de otras latitudes.
Desde el punto de vista cronológico la lista resulta representativa, siendo la obra más antigua Colmillo blanco de Jack London, publicada en 1906 y la más reciente Harry Potter y la piedra filosofal de J.K. Rowling, lanzada en 1997. La década de los treinta es la más prolífica con cuatro títulos: Mientras agonizo (1930) de William Faulkner, El halcón maltés (1930) de Dashiell Hammett, Un mundo feliz (1932) de Aldous Huxley, y Las uvas de la ira (1939) de John Steinbeck. En contraposición no se registran publicaciones del periodo comprendido entre 1910 y 1919.
Solo nos resta invitarlos a disfrutar este especial, a descubrir o redescubrir las maravillosas historias que las obras presentes nos proponen. Nuestro trabajo no estaría completo sin sus comentarios, pero sobre todo si las siguientes páginas no despiertan en nuestros agudos, participativos y generosos lectores la inquietud de establecer y compartir su propia selección.
Redacción de Túnel de letras