La Ciudad y los Perros es una de las primeras novelas de Mario Vargas Llosa, publicada en 1963 es considerada como una de las obras literarias más importantes del siglo XX, en la que el autor nos lleva a descubrir la vida de un grupo de jóvenes que son internados en el Colegio Militar Leoncio Prado en Perú. A lo largo de la historia vemos cómo sus personalidades y carácter se moldean conforme van viviendo entre las normas y exigencias de su institución educativa y los sucesos personales que los envuelven.
El autor nos presenta la forma en que estos jóvenes ponen a prueba sus convicciones y valores en medio de las estrictas reglas propias de un colegio militar. Los personajes se ven inmersos en situaciones cotidianas, pero también en otras que retan su valentía y en algunos casos su virilidad. A lo largo de los capítulos puede verse cómo los estudiantes son adoctrinados por un sistema de normas y formalismos marciales, que buscan apagar en ellos algunos rasgos de su personalidad que se contraponen a los mandatos de la institución.
Los protagonistas son jóvenes entre los 14 y 17 años, por lo que en la novela se tocarán temas propios de esta edad, haciendo una relación directa entre sus vivencias personales y cómo estas convergen con lo que se vive en el Leoncio Prado. Uno de los temas más importantes y alrededor del que se desarrolla parte de la historia, es el imaginario frente a la educación en un colegio militar, expresado en acciones como la valentía y el coraje no solo para sobrevivir en el colegio, sino aplicado también a sus relaciones personales y en la forma en cómo cada uno de los cadetes debe aceptar y convivir en su tránsito por el colegio, pero también para sortear con éxito conflictos familiares presentes en sus vidas.
La lectura sugiere una crítica a la tendencia de la época, que consideraba que internar a los jóvenes en un colegio militar ayudaría a que pudieran formar su carácter, adquirir disciplina como base para su formación, pero también que garantizaba que una carrera militar podría llevarlos por un camino socialmente aceptado en el que “ser hombre” está ligado a la violencia y a la dominación del otro dentro del entorno, así como su relación de poder basada en el sometimiento haciendo uso del miedo y liderando grupos de defensa como “el círculo” para avivar la rivalidad entre cursos teniendo como excusa la venganza para representar su masculinidad.
La narración envolverá al lector a través de diferentes historias, a lo largo de la lectura el autor nos lleva a lo más profundo de sus diálogos internos y pensamientos marcando así los rasgos del personaje, para comprender mejor sus emociones y evolución en el relato, haciendo intervalos entre el pasado y presente. Las primeras páginas son confusas por los saltos entre los hechos y la descripción de situaciones de algunos de los personajes, sin embargo, cuando comprendemos cómo será desarrollada la historia entre estos fragmentos, logra envolvernos y guiarnos dentro de la secuencia de acontecimientos de los protagonistas en su vida personal y las cosas que ocurren al interior del Leoncio Prado.
Los matices y contrastes de los personajes en la historia marcan aún más algunas características que el autor destaca en su “crítica” al sistema educativo de los colegios militares peruanos. Podemos ver en personajes como “el jaguar” la evidencia de una conducta propia de lo que se espera ver en un colegio de estas características, por el contrario, otros como “el esclavo” y “el poeta” nos dejan ver, a su manera, la sensibilidad expresada en diferentes situaciones como la amistad y el amor. En el caso del primero su relación con su enamorada lo lleva a situaciones extremas, mientras que el segundo, con sus habilidades para sobrellevar los días de castigo al interior del colegio empleando la escritura como catarsis para exteriorizar sus carencias y como servicio para que el resto de cadetes pudieran expresar sus ideas y sentimientos.
La tradición familiar y la posición económica también son relevantes en la historia y en la vida de los personajes, la presión de sus padres para que puedan asegurar un futuro militar con una buena posición económica fue determinante para su asistencia al colegio y su permanencia en él, sin importar que por conservar las insignias y el prestigio se ponga en riesgo la integridad o se llegue al límite.
La Ciudad y los Perros es una obra literaria completa en la que como espectadores logramos entender el punto de vista del autor y compartir su crítica, a través de la narración podemos acercarnos a cada personaje, adentrarnos en sus pensamientos, acompañándolos a construir una personalidad a partir de sus necesidades y vivencias, Vargas Llosa describe la crueldad en este tipo de educación en situaciones tan cotidianas que su crítica es acertada al exponer un sistema de normas alejadas de las necesidades de sus estudiantes, en las que se antepone el estatus por encima de cualquier situación.
De esta novela vale la pena reflexionar sobre las formas de educación y cómo a lo largo de los años se han transformado para estar al servicio del estudiante y que, sin reemplazar la disciplina, se guíe al estudiante formando su carácter, pero sin desconocer sus necesidades y habilidades.

Por: Paola Uribe
Comunicadora social y periodista graduada de la Universidad Central en el año 2017, desde ese momento me dedico al posicionamiento orgánico de sitios web. Lectora aficionada, me gusta viajar y conocer lugares nuevos. Registro todos los lugares nuevos que conozco con mi cámara.