16. Mujeres. Charles Bukowski – #Las20DelXX



“—¿Qué piensas de las mujeres? — preguntó ella. —No soy un pensador. Cada mujer es diferente. Básicamente parece que sean una combinación de lo mejor y lo peor, lo mágico y lo terrible. Estoy contento de que existan, de todas maneras”. 

Un escritor alcohólico de origen alemán, entrado en sus cincuentas y radicado en L.A. de la década del sesenta, carga encima una pesada cruz. Mientras bebe leerá algunos de sus poemas a un público que lo aclama, allí conocerá a una mujer mucho más joven que él, a la que se joderá cuantas veces ella se lo permita. Otras tocarán su puerta, le telefonearán o escribirán cartas siempre con un mismo propósito, que él se las joda. Cada una de ellas sabrá qué esperar, ya lo conocen, lo han leído y por eso lo buscan, y para eso él escribe para buscarse y conocerse, tal vez también para eso bebe y vive. A diferencia de ellas, él no sabe qué esperar, no espera nada. Él observa.

Mujeres nos conduce por el arduo ejercicio de auto observación del escritor protagonista de la historia y de quien la escribe y muestra como solo es posible observarse a sí mismo a través de la relación con otros. Chinaski usa a las mujeres y el alcohol para poder escribir sobre sí, conocerse y darse a conocer a más mujeres, con quienes beberá, joderá y nuevamente escribirá. Y es esta auto observación la que representa para él una cruz, no es escribir, ni leer a un público que poco le interesa, ni el dinero que gana por esto, ni ser un maltratador o un alcohólico, ni sus fantasías acerca de violaciones infantiles, su cruz es reconocerse, pero la cargará gustoso, pues ahí radica su éxito en aceptar su carga y hacer algo con ella, escribir.

Escrita de manera sencilla y cruda su lectura se torna fácil y entretenida, por momentos las narraciones de los encuentros sexuales y las descripciones de las protagonistas llegan a ser excitantes, como si de una novela erótica se tratará, sin embargo, tras esa sencillez está la complejidad de los personajes, y de saber que mientras leemos estamos dentro de la cabeza de uno de ellos, lo que nos lleva a buscar comprenderlo. Y mi instinto al igual que el del gato me dice que Henry era un buen tipo.

Por: Mauricio García

Realizó estudios en ingeniería, publicidad y fotografía, ha pasado por dos huracanes y un terremoto, y cree que lo más importante es observar lo que pasa dentro de sí, espera algún día terminar de hacerlo.


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