Este año se cumplieron 42 años de la muerte de William Faulkner, nacido en New Albany, Mississippi el 25 de septiembre de 1897 y fallecido el 6 de julio de 1962. Hoy recordamos su particular estilo, enriquecido con innovadores recursos literarios, como los monólogos, las interminables frases, la inclusión de varios narradores y los impredecibles saltos cronológicos.
Buena parte de su obra, experimental y cargada de anécdotas, se desarrolla en el imaginario condado Yoknapatawpha, inspirado muy probablemente en el condado de Lafayette y cargado de su tradición familiar sureña.
Ganador del Premio Nobel de Literatura en 1949 y del Premio Pulitzer en 1955 y 1963, Faulkner ejerció una afortunada influencia sobre una generación brillante de escritores latinoamericanos, entre la que se destacaron Julio Cortázar, Alejo Carpentier, Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez y Mario Benedetti, entre otros.
Aprovechamos la ocasión para invitarte a desempolvar algunos de sus clásicos:
El ruido y la furia:
Muestra la decadencia y el ocaso de los Compson, un linaje tradicional del sur de los Estados Unidos, la narración se hace a través de los propios testimonios de tres de los miembros de la familia.
Luz de agosto
En esta novela se narran dos historias, la de Lena que emprende la búsqueda del padre del bebé que está esperando y la de Joe Christmas, un hombre negro que es linchado por haber asesinado a una mujer blanca que era su amante.
¡Absalom, Absalom!
Narrada por cuatro personajes, cuenta la historia de la familia Sutpen antes, durante y después de la Guerra de Secesión, en la que están involucrados el racismo, el amor y la venganza y el honor.